Crítica de Karate Kid, de John G. Avildsen. El poder de creer en ti mismo

A esta altura ya es casi imposible decir algo que no se haya dicho antes de esta película: Simplemente, te gusten o no este tipo de películas, es imposible que este film no te encante. Los personajes son geniales, la historia sencilla pero contada de forma magistral, y el mensaje que da la película no podría quedar mejor plasmado. Una película que hay que ver, y una de mis favoritas sin duda alguna. Esto es Karate Kid.

(A partir de aquí, SPOILERS)

Todo el mundo conoce y vio esta película alguna vez (El que no lo hizo, no siga leyendo, corra y vaya a verla YA), así que ya todos saben de que se trata la historia: un chico que se muda a otra ciudad, tiene problemas para adaptarse al nuevo lugar al que vive y unos abusivos lo golpean hasta el cansancio, por lo que aprende karate para darles una paliza y probar quien es. No es muy complejo que digamos, ¿Cierto? Pues en esta película eso no importa, porque lo que hace genial a esta película no es que es lo que te cuentan, sino como te lo cuentan. Muchas de nuestras películas favoritas tienen un argumento de lo más simple, pero que debido a la forma en la que esta narrado el relato, nos metemos de lleno en la historia y olvidamos todo lo demás. Eso es una buena película, la que logra hacer que te importe lo que le pasa a los personajes y como se desarrolla la trama, aunque ya la hayamos visto antes mil veces. Y eso es Karate Kid. Tan solo cono conocer a Daniel, un chico con el que te identificas y sientes cariño desde el primer momento, ya nos adentramos en tan solo un instante en la trama. Lo vemos tratando de adaptarse en una nueva ciudad a la que no quería ir, pero por decisión de su madre debe hacerlo de todos modos, sufriendo palizas una y otra vez por unos idiotas que no tienen nada mejor que hacer que aprovecharse de chicos como él con sus habilidades de karate, principalmente porque Johnny, el líder de la pandilla de karatecas, los "Cobra Kai", es el ex novio de la nueva amiga que conoció Daniel en la ciudad. La película avanza, y finalmente, luego de que Daniel recibe muchas, muchas palizas, entra en acción el mejor personaje de la cinta:

El Yoda del karate. Desde que aparece el señor Miyagi, el film se sale de lo cotidiano y se vuelve mágico. Ver a ese viejo maestro del karate, que aparece de la nada y vence con extrema facilidad a cuatro o cinco chicos, es simplemente genial, porque el anciano maestro aparente ser solo eso, un viejo que se las da de sabio, pero no, no solo que en verdad es sabio, sino que es un experto del karate ¿Quién no recuerda a él enseñándole a Daniel de una forma muy peculiar las técnicas del karate? Puliendo y encerando el auto, pintando la reja, todos esos son momentos fantásticos que quedan para el recuerdo. Cuando vemos la película por primera vez, nos sentimos igual que confundidos que Daniel por los raros métodos del señor Miyagi, pero luego vemos como son mejores de lo que parece, y Daniel empieza a entender no solo las enseñanzas de Miyagi, sino para que sirve realmente: es una forma de defenderte, y no solo eso, también es una forma de vida, una manera de ganar seguridad, confianza en ti mismo, en que puedes lograr lo que te propones, una forma de enfrentar a la vida. Y realmente funciona, vemos a Daniel, aunque aun temeroso, tratando de superarse a si mismo, el personaje evoluciona, lo vemos aprender con las enseñanzas de Miyagi ¿Eso quiere decir que con pintar una reja vas a convertirte en un cinta negra experto en karate? Pues no lo creo, la verdad lo dudo mucho, pero la forma en la que Miyagi le demuestra a Daniel como sirven todos esos "trabajos" que le hizo hacer porque en realidad era una forma de entrenarse, hacen que me olvide un poco del realismo, porque admitamoslo, esta película tiene varios clichés típicos de las películas de los 80, que en ese momento estaban bien, y quizás ahora hacen que la película envejezca un poco mal, pero si hay algo que transmitían los films de ese momento, era amor y pasión por lo que estaban contando, cosa que a las películas actuales les falta, o por dar un ejemplo relacionado con esto, el reboot de este film, pero ya hablaré de eso en la respectiva crítica de ese film.

Pero sin duda algo que hace que el film sea memorable es la relación de Miyagi y Daniel-san. Al principio no son más que un maestro y un aprendiz, de nuevo, al estilo Star Wars, pero luego entablan una muy bonita amistad, hasta ser incluso una relación padre e hijo. Danny aprende de Miyagi no solamente el karate, sino a confiar en si mismo, y de Miyagi conocemos su trágico pasado, que nos da una nueva dimensión y perspectiva del personaje, haciéndolo mucho más complejo y querible. Nos identificamos con Danny, sentimos pena por Miyagi, y adoramos el vínculo entre ellos dos. Indudablemente, su relación es el núcleo del film. Sin eso la película perdería esa magia que les dije, lo que la hace especial.

Finalmente, llegamos a la recta final de la película, el "clímax" podría decirse, con Daniel en el torneo de karate, venciendo a todos los Cobra Kai y otros karatecas al ritmo de la canción de Joe Esposito, "You are the best around". Y luego la batalla final, en la que Daniel tendrá que probarle a los demás y a si mismo de que es capaz, al enfrentar a Johnny. Una pelea emocionante, con tensión, en la que por muchos momentos dudamos que Danny gane (En estas películas no siempre el bueno logra lo que quiere, miren a Rocky), y cuando al chico le lastiman la pierna, haciendo imposible que pueda seguir luchando, uno se siente destrozado. Por un lado por ver que a Daniel sufriendo, sabiendo que no va a ganar, y por otro lado porque el idiota de Johnny ganará el torneo y además John Kreese, el Sensei de los Cobra Kai (Gran villano que aunque no es original en lo absoluto su carisma y locura lo hacen memorable) se saldrá con la suya, y no queremos eso. Pero Daniel no quiere rendirse, quiere probar que puede superarse a si mismo, no quiere seguir teniendo miedo, y es cuando, con un poco de ayuda de Miyagi, vuelve al dojo, y con la mítica patada de la grulla vence a Johnny. Que gran final, con Daniel siendo el gran campeón, Johnny diciéndole que es el mejor, y Miyagi sonriendo mientras el chico disfruta el haber ganado.

Y eso es Karate Kid. En resumen, ¿Es buena o mala? Pues espectacular. La historia, los personajes, el mensaje, todo lo del film es excelente. La relación y evolución de Miyagi y Danny es genial, los villanos y los personajes femeninos son realmente buenos, esos clichés que mencioné a mi en particular no me molestan en lo absoluto (Al contrario, sin ellos tal vez la película perdería su magia, a veces los estereotipos son necesarios) y el final es de los mejores que he visto en el cine ¿Exagero? Puede ser. Tal vez sea porque adoro esta película desde que era un niño, o porque me encantaban las películas de este estilo, o sea, las de los 80 y los 90, pero este film simplemente es de mis favoritos. Una joya que disfruto más cada vez que la veo. Imperdible. Al poco tiempo nos llegaría una secuela, que obviamente no podría superar a su predecesora, pero no por eso deja de ser disfrutable, aunque si muy inferior al film de que hablamos ahora. Hasta entonces, dejen sus opiniones de esta película. Saludos, nos vemos!

NOTA: 10/10