Esta secuela dirigida por Don Taylor en 1978, es mucho mejor y mas centrada en Damien que en la primera, comienza contándonos el muro de Yigael en Israel que contiene las caras del anticristo, luego nos muestran como a sido la vida de Damien y como va este descubriendo su siniestra identidad la relación con sus padres adoptivos y su hermano Mark (casi sentimos pena por su muerte), como los poderes de Damien van afectando la vida de sus familiares. También es notable destacar que en que Damien es posible que rechazara su destino, pues el llega a lamentar las sucesivas muertes que acontecen en su familia.
En resumen perfectamente recomendable y disfruta ble, tiene ese aire que solo los clasicos consiguen atraer. Espero les guste mi reseña.
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