Homenaje a Arnold Schwarzenegger

¡Hola a todos! Tal como les había anticipado hace poco, he decidido después de un largo tiempo, por fin retomar una vieja sección del blog que todos disfrutaban mucho leyendo (Y yo redactando), pero que por motivos que ya ni recuerdo (Seguramente falta de tiempo, como de costumbre) abandoné durante meses. Y bueno, ¿Qué mejor forma de volver con esta sección que homenajeando a mi actor favorito en su cumpleaños 69? Así es, el homenaje de hoy será dedicado a una leyenda del cine de acción, un actor mítico que durante su carrera, entre tantas otras cosas, fue Terminator, Conan el Bárbaro, espía, policía, un ex-coronel de las Fuerzas Especiales de EEUU, lo clonaron, luchó contra el Depredador, Batman y hasta el mismísimo Diablo, tuvo un gemelo que en nada se parecía a él, participó en un mortal show de televisión y salvó a Marte en el futuro. A todo esto sumémosle que este hombre es una fuente inagotable de one-liners ya tenemos motivos de sobra para hablar de él, así que no perdamos un instante más y empecemos el homenaje al gran Arnold Schwarzenegger.

Obviamente, siendo este un blog principalmente de cine, no voy a enfocarme tanto en los orígenes de Arnold fisicoculturista, sino más bien en como esto lo condujo a que diera sus primeros pasos en el cine: durante su juventud este tipo era la envidia de cualquier hombre. Es decir, literalmente parecía Hércules o alguna otra clase de Dios. En los gimnasios del mundo este tipo era el modelo a seguir, todos querían ser como Arnold, y no es para menos. Solo miren como era en ese entonces y digan si alguna vez no han deseado ser así de fuertes y musculosos.

Solo con verlo siento que doy vergüenza como hombre

Sin duda alguna, con ese físico privilegiado, Arnold estaba destinado a aprovechar sus dotes físicos para hacerse famoso. Como ya dije, simplemente era Hércules de la vida real, y ese es precisamente el motivo el que en 1969 protagonizó su primer película "Hércules en Nueva York", una comedia serie B de muy bajo presupuesto, acreditado bajo el seudónimo de Arnold Strong, debido a que consideraban que su nombre verdadero era demasiado difícil. ¿Y que puedo decirles? No he visto la película, pero tengo entendido que hay una escena en la que Hércules se encuentra con un oso ¡En un parque, ahí en pleno Nueva York! y se pone a pelear con él. ¿Tengo que decir más? Este es uno de los tantos ejemplos de actores que hoy en día son famosos y grandes estrellas pero que tuvieron que soportar un pasado que preferirían olvidar en el que estuvieron involucrados en proyectos como mínimo mediocres. Sin ver la película ya se que es un desastre que, en el mejor de los casos, funciona como una comedia inintencionada. Mejor paso sin ver.

En los años siguientes, Arnold siguió apareciendo en películas similares en papeles menores o como mucho secundarios, generalmente con personajes que no pudieran hablar o tuviera poco diálogo, y que por supuesto, se caracterizaran por su impresionante físico. Como podrán ver, el comienzo de su carrera como actor no fue nada fácil. El mismo dijo esto refiriéndose a sus primeros años como actor: "El comienzo fue muy difícil para mi. Me dijeron los agentes y en los casting que mi cuerpo era muy extraño, que tenía un acento gracioso y que mi nombre era muy largo. Me dijeron que tenía que cambiarlo. Básicamente, en cualquier sitio que me presentaba, me decían que no tenía ninguna oportunidad." Y aun así, con todo esto en su contra, el tipo no se rindió: siguió con su carrera como fisicoculturista, en la que tuvo tanto éxito que rompió todos los récords establecidos al consagrarse Mr Olympia siete veces, al mismo tiempo que seguía buscando hacerse su lugar en el cine, consiguiéndolo finalmente en 1982 con su primer gran éxito en uno de sus roles más icónicos:

Conan el Bárbaro. Gracias a haber interpretado a este personaje en en el film de dicho nombre y en su secuela Conan el Destructor dos años después, Schwarzenegger finalmente había entrado en Hollywood. Pero no podía quedarse dormido en los laureles. Ese había sido el comienzo, pero aun tenía mucho por hacer si quería establecer una base firme en la cual cimentar su carrera cinematográfica. Es así como, en 1984, mismo año en el que estrenó la ya mencionada secuela de Conan, al poco tiempo después estrenó otro film de acción de muy bajo presupuesto sin ambición alguna dirigido por el en ese entonces desconocido director James Cameron, en el cual Arnold encontró el papel de su vida y lo terminaría de catapultar a la fama:

Terminator. Schwarzenegger nació para hacer este personaje. Es gigante, musculoso, bastante inexpresivo (Con los años fue ganando más carisma y algunos dotes actorales pero en ese entonces el pobre solo hacía lo mejor que podía con cero experiencia) y desprende una sensación de invulnerabilidad abismal. Arnold es sencillamente el exterminador en la vida real. ¿Cómo no iba a lucirse? En esta fantástica película de ciencia ficción, el bueno de Arnold interpretaba al Terminator, un robot asesino del futuro que era enviado a 1984 a través de una máquina del tiempo para asesinar a Sarah Connor, la madre del futuro líder de la Resistencia en contra de Skynet, el programa que controlaba a las máquinas. Podría estar horas mencionando las virtudes de este film, así que solo diré que, con esta Obra Maestra inesperada, nuestro querido austriaco ya estaba empezando a acariciar la fama. Durante la década de los 80s, continuó haciendo otros films de acción para tratar de consolidarse como héroe de acción. El primero de ellos fue Red Sonja (El Guerrero Rojo), una película de fantasía con espadas y brujería de estilo similar a las de Conan, pero que no gozó del mismo éxito (Mas bien todo lo contrario) y supuso su primer tropezón en su carrera como actor. Sin embargo, en 1985 pudo corregir ese error al estrenar un film que sería, en esencia, la representación misma de lo que significa Schwarzenegger. Estoy hablando por supuesto de:

Comando. Con este gran éxito de taquilla, Arnold al fin consiguió una película 100% hecha a su medida y que resulta ser totalmente genial porque precisamente utiliza todos los clichés del cine de acción de esa época y los potencia hasta el infinito. Todo lo que puedes esperar en una película suya lo encuentras aquí: Arnold matando a cientos de tipos con quien sabe cuantas armas a su disposición sin recibir un solo rasguño, estupendos one-liners, villanos inintencionalmente divertidos, una hija secuestrada cuya misión será rescatar, la aparición de Bill Paxton. Comando es prácticamente el cine de acción de los 80s en resumen, con todo lo bueno y malo que eso conlleva. ¿Tiene fallos? Si ¿Es a momentos cliché? También ¿Es extremadamente divertida e imposible de no adorar? Absolutamente. Tiene sus fallos como toda película, pero aun así el carisma de Arnold y el hecho de que, en definitiva, sea tan Arnold en este film, la hace absolutamente imprescindible para cualquier fan del actor y de este género tan maravilloso que es el de acción. Una de mis películas favoritas, definitivamente. Seguido a esta joya, Arnold sacó la película Raw Deal (Acá Triple Identidad), una cinta de acción que triunfó seguramente en los video-clubes pero pasó sin pena ni gloria en el cine. Podría decirse que fue otro pequeño tropezón, pero uno imperceptible, porque ya en este punto estamos en 1986. Arnold lleva a sus espaldas dos películas de Conan, Terminator y Comando. Muchos triunfos importantes. Pero aun así hacía falta que demostrara que lo suyo no era un éxito pasajero que con el tiempo desaparecía. No, hacía falta que demostrara que el estaba destinado a convertirse en el más grande héroe de acción del cine, y necesitaba hacer la prueba de fuego para eso, tener alguna película que confirmara que efectivamente, era el amo y señor del cine blockbuster de ese entonces. Es así como en 1987, Schwarzenegger enfrenta y supera a su más grande enemigo, el invisible y casi invencible:

Depredador. Con este excepcional film de ciencia ficción del maestro John McTiernan (Del cual requerimos que algún día nos sorprenda con alguna nueva joyita. Lo necesitamos con más urgencia que nunca), Arnold no solo tuvo otro gran éxito en taquilla, sino que probó que poco a poco se estaba volviendo un actor más versátil (Al menos dentro de su género) y que ya podía hacer lo que quisiera: vencer ejércitos, ser una máquina asesina ¿Y por qué no? Luchar con un aterrador cazador extraterrestre proveniente del espacio. Es una pena que decidió no volver para la secuela, porque si bien adoro ese film aun sin su presencia, no hubiera estado mal ver a Schwarzenegger y el Depredador peleando un segundo round. Otro error importante que cometió, del cual ahora tal vez se esté arrepintiendo (O no, es tan famoso aun sin haber hecho esa película que quizás ni le importe), es también haberse negado a ser el protagonista de la secuela de Comando, la cual al eventualmente en necesidad de un protagonista diferente se reescribió el guion hasta transformarse en Duro de Matar, dirigida por el ya nombrado John McTierna y protagonizada por el ese entonces novato Bruce Willis. Por un lado fue una mala decisión porque Comando 2 pudo haber sido el comienzo de varias excelentes secuelas de acción 100% Arnold, su propia saga Rambo podría decirse, pero por otro lado debemos agradecerle a Schwarzenegger haber rechazado la película porque gracias a eso existe la maravillosa saga de Duro de Matar y podemos disfrutar de ver al genial Bruce Willis en infinita cantidad de películas. Curioso como una decisión en apariencia menor puede afectar tanto todo lo que pasará después.

Schwarzenegger siguió cosechando éxitos durante fines de los 80s, entre ellos The Running Man y Red Heat. Fue así como comenzaron los 90s, a lo que Arnold, con ya casi una década seguida de victorias en el cine de acción, decidió probar algo diferente y protagonizar una ya inolvidable comedia titulada Gemelos, en la cual él junto a Danny DeVito hacían una pareja dispareja de lo más divertida. Siguió triunfando alternando películas de acción con comedias: primero hizo Total Recall (Conocida aquí como El Vengador del Futuro), excelente film de Paul Verhoeven en el que el personaje de Arnold sufría una crisis de identidad y termina embarcándose en una trepidante aventura llena de acción, extraterrestres, mutantes, villanos de lujo y una fatal Sharon Stone que no podía verse más hermosa porque hubiera sido pedir la perfección, y luego siguió con la comedia Un detective en el kinder, una divertida y tierna historia en la que hace el papel de un policía que se ve obligado a hacerse pasar por un maestro de kinder en una escuela para poder llevar a cabo una investigación. Finalmente, en 1991, Schwarzenegger estrenó su película más legendaria, popular y universalmente aclamada de todas. Hablo de Terminator 2: El Juicio Final, cinta en la que volvió a ponerse en la piel del inigualable exterminador, esta vez siendo el bueno de la función, ya que su misión ahora era proteger a John Connor y su madre, e impedir el Día del Juicio. ¿Y que les puedo decir? Es la película en la que se enfrenta a un Terminator superior a él y aun así lo vence, nos hace llorar a todos al final y además dice su mítica frase "Hasta la vista baby!" ¿Qué más se puede pedir? Sin mencionar además que el CGI utilizado en este film fue el que revolucionó los efectos especiales del cine moderno. Schwarzenegger y su filmografía son parte fundamental y de visionado obligatorio de la historia del cine. No puede molar más este tipo.

Sin embargo, luego del histórico éxito de Terminator 2, Arnold tuvo dos fracasos consecutivos con El Ultimo Gran Héroe (Película no excelente pero aun así bastante infravalorada en mi opinión y Junior (¿Que quieren que diga? Ver al tipo más rudo de la historia embarazado suena divertido pero la película en si no es buena, o al menos no la recuerdo con cariño). Fue así como su ya en ese entonces amigo James Cameron tuvo que tirarle un salvavidas el cual lo hizo repuntar, y ese salvavidas llevaba el nombre True Lies (Mentiras Verdaderas). Con este genial comedia de acción, Schwarzenegger vuelve al juego, pero no por mucho tiempo. Si bien su siguiente film El Protector fue un rotundo éxito, a este film le sucedieron una larga lista de películas que fracasaron o les fue bien pero no terminaban de dar el golpe final. Jingle All The Way, esa comedia navideña en la que Arnold se la pasa buscando el juguete Turbo-Man y tiene de hijo a Anakin Skywalker no fue precisamente buena, y si bien con ella se pasa un rato divertido si no hay nada en la TV, no es lo que se esperaba de un film de Arnold. Entonces llegó la infame Batman y Robin, de la cual Schwarzenegger sobrevivió porque le hace frente a todo pero las carreras de muchos otros (En especial la de Joel Schumacher) fallecieron trágicamente a causa de ese film, incluyendo la de Batman en el cine (Menos mal que Nolan pudo años después revivir al personaje). El Día Final estuvo muy bien pero no impactó demasiado (Vamos, es Schwarzenegger ¡Contra el Diablo! Si eso no los divierte, no sé que lo hará), El Sexto Día tampoco (Si un Arnold mola mil, imaginen una película que tiene dos. Maravilloso), a Daño Colateral le fue incluso peor (Ok, esa si estuvo meh). Nada funcionaba. Arnold debía hacer algo para salvarse, y recurrió al viejo truco de retomar sagas adoradas del pasado, y en 2003 volvió una vez mas a ser el exterminador en Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas, la película por mucho más difícil de ver de Arnold, ya que de a momentos me encanta y otras veces le encuentro mil errores que corregir. Con cada revisionado me confunde más. 

Schwarzenegger. Stallone. Willis. La Trinidad de Héroes de Acción. Hermoso

Luego de Terminator 3, tal vez por los fracasos, o quizás porque su vocación cambió, Arnold hizo otro cambio radical: si en su juventud fue fisicoculturista para luego pasar a la actuación, el siguiente paso sería la política, siendo el mismísimo gobernador de California durante 8 años. El "Governator". Esta decisión la odié en su momento, porque significaba la partida de Arnold, el más grande héroe de acción, y muchos años sin una sola película suya en cartelera. Incluso no pudo estar en la 4ta entrega de Terminator más allá de un breve cameo hecho con CGI. Afortunadamente llegó el 2011, y con su segundo mandato como gobernador concluido, Arnold finalmente pudo volver a lo que mejor saber hacer: patear traseros y matar tipos malos. Su regreso no fue tan glorioso como esperaba, ya que un Schwarzenegger ya no tan joven como antes no tenía mucha cabida en un cine donde los héroes de acción ya eran obsoletos para el público y los superhéroes mandaban. Aun así se las ingenió para aparecer junto a Van Damme, Willis, Norris y otras leyendas del cine de acción en la saga de Los Indestructibles, una gran reunión de los mas grandes héroes de acción orquestada por su viejo amigo Stallone. Además de eso, participó en otros films decentes como The Last Stand y Plan de Escape. Su mas reciente proyecto fue la polémica y repudiada Terminator: Génesis, cuyo rotundo rechazo por parte del público anuló cualquier chance de continuar la saga del exterminador. Y eso ha sido un poco el resumen general de lo más brillante (Y lo no tan brillante) de la historia de este gran actor ¿Qué le depara el futuro? Espero que muchos éxitos. Parece que Arnold va a volver a probar el truco de revivir viejos éxitos, porque ya se ha confirmado que participará en una tercera entrega de Conan, en una secuela de su comedia Gemelos llamada Trillizos, y hasta hay rumores de que podría volver para la cuarta entrega de Depredador, así que podemos estar contentos que pese a sus 69 años, aun tendremos Schwarzenegger para un buen rato. Y eso ha sido todo por hoy, ahora solo les queda a ustedes comentar que les pareció el homenaje, y a quien les gustaría que homenajee en el próximo post. ¿Cuál es su película favorita de Arnold? Yo pienso traerles mi Top 10 de sus mejores películas mañana (Hoy me ha sido imposible, debido a lo extenso que se me hizo este post), así que estén pendientes de eso. Se cuidan amigos, nos vemos! Como diría Arnold: Volveré.