(A partir de aquí, SPOILERS)
Francamente, no lo entiendo, no entiendo como este hombre, Joe Johnston, el director que hizo esta cinta tan mediocre que no se destaca en ningún aspecto, un año después nos trajo una maravilla como Capitán América: El Primer Vengador. Pero a diferencia de la película protagonizada por el líder de los Héroes más Poderosos del Planeta, este film que intenta revivir un mito clásico no pasa de ser una película de terror ordinaria.
En primer lugar, la historia la hemos visto mil veces, y esta película no aporta nada nuevo a la leyenda el Hombre Lobo para que se sienta fresca y novedosa, y además todo se cuenta de manera demasiado superficial. En ningún momento llegamos a empatizar con el joven Lawrence Talbot, interpretado por un Benicio del Toro al que se le ve bastante desinteresada y sin un mínimo de entusiasmo en su papel, y por lo tanto cuando llega el momento en el que debe acarrear con la maldición de convertirse en una bestia asesina cada vez que salga la luna llena, no nos importa en lo más mínimo, porque no nos identificamos con el personaje, entonces no sentimos pena por él, ni dolor, y uno se pregunta cual es el propósito de ver la película. Supongo que por las matanzas en las que vemos al monstruo asesinando gente por doquier, porque si tuviéramos que verla exclusivamente por el argumento, no valdría la pena hacerlo.
Y por si fuera poco, luego tenemos un rebuscado y poco interesante conflicto familiar entre Lawrence y su padre, que luego descubrimos que también es un hombre lobo e incluso el responsable de la muerte de su hermano. Todo esto, no solo que se siente como un intento forzado para añadirle interés a una historia escasa de sorpresas y con personajes planos, sino que además no esta desarrollada de forma interesante, todo ocurre de forma demasiado precipitada, y no sentimos ningún tipo de emoción por este conflicto. Además de todo esto, tenemos un romance que nada aporta a la historia, y que pareciera que lo metieron solo de relleno.
En cuanto a las actuaciones, solo Anthony Hopkins se destaca, siendo el padre de Lawrence y el villano de turno. No es que tenga una interpretación magnífica, pero se nota que le pone empeño a su papel y se siente a gusto, e incluso por algunos momentos pareciera que hace algunos de los gestos aterradores de Hannibal Lecter, su papel por lejos mas icónico de todos, para tratar de animar un poco la función, y si, sin duda lo mejor de todo es cada escena en la que Hopkins aparece, quien se lo ve mucho mas comprometido con su papel que a Benicio del Toro. En el resto del reparto tenemos a una hermosa Emily Blunt que solo esta en la cinta por eso, ya que su personaje no tiene ningún tipo de desarrollo y no hace otra cosa mas que darnos el insípido romance anteriormente mencionado, y un desaprovechadísimo Hugo Weaving que pasaba por ahí interpretando a un detective sumamente incompetente para agregarlo a la lista de cosas que se pudieron haber hecho mejor.
Por último, hablemos del aspecto de la bestia, que creo que es el punto a favor que mas se destaca, ya que si bien no esta conseguido a la perfección, creo que de las películas que he visto este es el aspecto mas fiel a lo que sería un verdadero Hombre Lobo. En cuanto a los efectos especiales, pues me contradigo a mi mismo: por un lado es impresionante la transformación de hombre a monstruo, pero por otro hoy en día los efectos los veo muy digitalizados y artificiales, el CGI no es ninguna maravilla (Y eso que la película es del 2010).
Nada más que agregar. Luego de haber analizado cuatro películas tan originales y que aportaban cada una a su manera algo nuevo al género, nos topamos con esta cinta que en comparación es claramente muy inferior. Una lástima, ahora solo me queda esperar que la última parada en nuestro especial sea más entretenida que esta. Pero hasta entonces díganme, ¿Están de acuerdo conmigo acerca de esta película? ¿O quizás creen que fui demasiado duro? Díganmelo en los comentarios. Se cuidan amigos, nos vemos!
NOTA: 5/10
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